Showdown, deporte adaptado para invidentes

El showdown es un deporte adaptado que se caracteriza por su velocidad, por lo que se estimulan y desarrollan los reflejos y capacidad de reacción. El juego es totalmente adaptable a personas sin discapacidad visual gracias al uso de antifaces.

En ocasiones se le denomina erróneamente tenis de mesa para invidentes, sin embargo su desarrollo es muy diferente. Para anotar puntos debemos introducir la pelota en la portería del oponente. Tanto jugadores videntes como jugadores con discapacidades visuales encuentran este juego como un desafío.

Creado en 1977 por el canadiense Joe Lewis, quién quiso crear un deporte para que personas invidentes como él pudieran jugar de manera recreativa y/o competitiva sin ayuda. Joe Lewis recibió la colaboración de Patrick York, atleta invidente canadiense, para el perfeccionamiento de las reglas y la creación del diseño de la mesa de juego. Después de años de trabajo, en 1980 se creó la primera mesa y se disputo el primer partido de showdown. El showdown tuvo un exitoso debut como deporte internacional como deporte de exhibición en las olimpiadas paraolímpicas de 1980 en Arnhem, Holanda.

Es un deporte muy económico, requiere un mínimo mantenimiento y se puede jugar en una sala con dimensiones reducidas como un aula. El único equipamiento necesario es la mesa de showdown, dos palas, una bola con cascabeles en su interior y guante especial para la mano de juego, en caso de no tener un discapacidad visual completa también necesitaremos un antifaz o gafas de pérdida de visión. El sonido producido por los cascabeles de dentro de la pelota indica la ubicación de la pelota durante el juego.

El showdown es fácil de aprender, el objetivo del juego es golpear la pelota con la pala contra las paredes laterales situadas en ambos lados y a lo largo de la mesa en dirección a la portería del oponente. La mesa también cuenta con una pantalla central, cuyo objetivo es evitar que la bola se eleve, obligando a que los golpeos siempre sean rasos a la mesa.

El ganador será el primer jugador en alcanzar once puntos, aventajando en dos o más puntos al oponente. Cada jugador sirve dos veces seguidas. El jugador obtiene dos puntos por cada gol y un punto cuando su oponente golpea con la pelota en la pantalla central, envía la pelota fuera de la mesa o toca la pelota con cualquier cosa que no sea la pala o la mano de bateo.