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La esgrima es un deporte de adversario con grandes posibilidades educativas y muy atractivo para el alumnado. La realidad es que por lo general no se trabajan actividades de esgrima en los centros escolares. Posiblemente, por falta de conocimiento de los docentes sobre esta disciplina al ser un deporte minoritario y no demasiado extendido, lo que repercute en no incluirlo en la programación didáctica en una gran mayoría de los casos. Todo ello influido también por la falta de material específico adaptado a los centros escolares que ha existido hasta hace unos años. Una buena adaptación para su enseñanza en el marco escolar va a permitir desarrollar unidades didácticas y situaciones de aprendizaje muy enriquecedoras de este deporte de adversario.
La esgrima tiene tres modalidades diferentes: florete, espada y sable.
En cada una de ellas cambia el arma, que en el caso de la enseñanza en los centros educativos no va a variar, porque vamos a desarrollar las clases de esgrima con el florete de goma espuma u otro material autoconstruido o adaptado, pero sí es interesante que el alumnado conozca las tres modalidades y que en cada una de ellas se puntúa tocando en diferentes partes del cuerpo:
- Florete: todo el tronco
- Sable: tronco más cabeza y brazos
- Espada: válido todo el cuerpo
El objetivo de la esgrima es el mismo en las tres modalidades y coincide con otros deportes de adversario, “tocar al adversario” y conseguir más puntos que él.
Cualquier edad es adecuada para iniciarse en este deporte siempre y cuando realicemos una adaptación metodológica y en algunos casos de material.
Puede desarrollarse como una UD específica o puede ser combinada con los nuevos deportes que han surgido en los últimos años como el Noqball o Jugger, donde el trabajo de aprendizaje de la esgrima tiene gran cabida.
Puede enfocarse desde diferentes estilos metodológicos. No será lo mismo hacer una unidad didáctica con 4º de primaria, 1º de la ESO o con la asignatura optativa que tenemos en algunas comunidades autónomas en 2º de Bachillerato.
Tiene cabida tanto un modelo tradicional técnico como cualquier otro enfoque más global o comprensivo, siempre y cuando se cumpla el objetivo.
El uso de un material atractivo, duradero e inofensivo como el florete de espuma puede ser uno de los elementos más importantes para desarrollar este contenido junto con el establecimiento de unas reglas claras de seguridad.
A continuación, voy a explicar algunos juegos y ejercicios de esgrima que podrían llevarse a cabo con los niños, especialmente desde un enfoque lúdico y más globalizado sin entrar en movimientos muy técnicos.
- Llevar el florete entre dos personas de un lado al otro de la pista sin tocarlo con las manos. Puede hacerse como carrera de relevos.
- Llevar el florete haciendo equilibrio sobre la palma de la mano de un lado al otro de la pista.
- Pilla pilla. Se la ligan varias personas a la vez con un florete en la mano para saber quién se la liga.
- Polis y cacos. Los polis con florete deben "tocar" para pillar a los cacos que no llevan florete.
- “Mayumana”. El profesor o los alumnos crean un ritmo mediante pequeños golpeos del sable tanto con sus compañeros como con el suelo. Desde lo más simple a lo más complejo.
- Sin material y en parejas: jugar a intentar tocar en la rodilla a tu compañero. Sumar los puntos para ir cambiando de parejas y establecer niveles.
- En parejas uno lanza un aro pequeño y el otro intenta “cogerlo con el sable”.
- Colgar del techo algunos objetos. Puede ser un cono, un aro, etc. Intentar que tenga un pelín de movimiento y los alumnos intentarán tocarlos.
- Mantener un globo en el aire con pequeños golpes del florete.
- Pañuelo. El típico juego del pañuelo, pero en este caso cuando los jugadores llegan al centro, deben de realizar una acción con el sable antes de coger el pañuelo. Estas acciones pueden variar. Puede ser tocar el pañuelo, hacer un fondo para tocar el pañuelo., un movimiento de parada, etc.
- El escondite inglés, pero el alumnado unicamente puede avanzar mediante el desplazamiento hacia delante de esgrima (trabajado previamente).
- Robar la pinza. Se puede usar cualquier material. Los alumnos que previamente han trabajado los desplazamientos se colocan una pinza en la cintura, encima de la pierna que van a llevar adelante. El objetivo es robar la pinza al otro alumno, pero solo se pueden mover en un pasillo delimitado hacia delante y hacia atrás con los desplazamientos propios de la esgrima.
- Reto de llevar el globo desde un lado al otro del gimnasio y solo vale moverse en posición de “marchar” hacia delante.
- Piedra papel tijera. Un alumno enfrente del otro en un carril delimitado por conos. El que gana avanza hacia delante y el que pierde se mueve hacia atrás, empleando ambos alumnos únicamente el desplazamiento de esgrima “marchar” (hacia delante) o hacia atrás “romper”.
- Todos contra todos. Solo vale tocar en determinadas partes del cuerpo que el profesor decida. Cada alumno lleva 4 pinzas en su camiseta. Todos contra todos moviéndose libremente por la pista. Cuando te hacen un tocado debes dejar tu sable en el suelo, entregar tu pinza, ir a tocar un cono de reactivación que estará en un lateral y volver a por tu sable para jugar.
- El rey de la pista. Situamos conos para marcar pasillos a lo largo de la pista. Los alumnos se enfrentan para ver quien consigue dos tocados. Los alumnos que ganan “suben de pista”. Los jugadores que pierden “bajan de pista”
- Cualquier variante del Jugger o Noqball empleando sables de espuma.
Moisés Cañada López
Profesor de Educación Física en la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura. Maestro especialista en EF y Máster en Promoción de la Salud en el entorno escolar.
Ha sido galardonado con premios como el Espiral Edublogs, Sello Innovated o Sello Europeo de Calidad eTwinning. También ha colaborado en publicaciones del Ministerio de Educación y del Ministerio de Sanidad como DAME 10 y Unidades didácticas Activas.
Además, es embajor eTwinning. Compagina su labor docente con el entrenamiento de deportistas de las disciplinas de bádminton y orientación.